Desde su descubrimiento en 1839 por Christian Friedrich Schönbein, el ozono (O₃) ha sido reconocido por su poderosa capacidad para la eliminación de bacterias en el agua. Este gas triatómico marcó un antes y un después en la química, y a lo largo de más de un siglo, se ha consolidado como una solución clave para la potabilización del agua en todo el mundo. Hoy en día, OZEANIC, una empresa innovadora con raíces en España, ha retomado este legado y lo ha transformado en un producto revolucionario: una botella portátil que combina la ciencia del ozono con las necesidades actuales de sostenibilidad y accesibilidad. Esta es la historia de cómo la tecnología de ozono y el ingenio humano se unieron para redefinir la manera en que consumimos agua potable.
El Origen del Ozono: Ciencia e Impacto
El descubrimiento del ozono ocurrió por casualidad. Mientras realizaba experimentos con descargas eléctricas en su laboratorio, en 1839 el químico alemán Christian Friedrich Schönbein detectó un olor característico, similar al que se percibe después de una tormenta eléctrica. Más tarde, descubrió que este gas peculiar era una forma triatómica del oxígeno (O₃), diferente del oxígeno molecular (O₂) comúnmente conocido. Sus propiedades desinfectantes únicas no tardaron en captar la atención de la comunidad científica. Un experimento revelador fue cuando Schönbein liberó ozono en una habitación cerrada: no solo eliminó olores, sino que destruyó tejidos orgánicos, lo que revelaba su capacidad como purificador de aire.
Estas observaciones tempranas sentaron las bases para aplicaciones prácticas, especialmente en la potabilización de agua. A finales del siglo XIX, el ozono comenzó a utilizarse en Europa como una alternativa al cloro. La utilización del ozono para potabilizar agua inició en Países Bajos y luego en 1906 en Niza, Francia, donde se construyó la primera planta de tratamiento de agua con ozono. Su éxito llevó a la adopción del ozono en Europa, especialmente en países como Alemania y Suiza.
El Problema Moderno: Un Mundo Sediento de Innovación
En la actualidad, el acceso a agua potable sigue siendo un desafío global. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), millones de personas enfrentan riesgos diarios debido al consumo de agua contaminada. Este problema se ve agravado por el consumo masivo de plásticos de un solo uso, que contaminan los océanos y afectan el medio ambiente. La necesidad de soluciones sostenibles y portátiles para la purificación del agua es más urgente que nunca.
La Inspiración de OZEANIC: Una Solución para el Futuro
El equipo de ingenieros de OZEANIC, liderado por su fundador José Ramón Campos, comprendió que el ozono, descubierto hace más de 180 años, aún tenía un potencial sin explotar para resolver los problemas actuales. Todo comenzó con una pregunta: ¿cómo llevar la capacidad purificadora del ozono al día a día de las personas, de manera portátil, eficiente y sostenible?
El origen de este proyecto fue personal. Campos recordó una experiencia familiar en la que su hijo enfermó tras consumir agua contaminada. Esto lo llevó a investigar tecnologías de purificación y se encontró con el ozono, un oxidante extremadamente poderoso capaz de eliminar hasta el 99.99% de bacterias y virus. Junto con un equipo de ingenieros valencianos, se propusieron crear una solución compacta que pudiera ofrecer agua potable en cualquier lugar del mundo.
Después de varios años de desarrollo y pruebas, nació la ecobotella OZEANIC. Este dispositivo portátil utiliza un generador de ozono integrado en su tapa, capaz de purificar el agua con solo presionar un botón. En tres minutos, elimina microorganismos dañinos y deja el agua lista para beber, sin necesidad de filtros reemplazables ni residuos químicos.