La startup alicantina Ozeanic ha patentado la botella de agua del futuro, una cantimplora que, mediante el efecto del ozono, limpia el agua y la hace apta para el consumo en cualquier lugar
El futuro de las botellas podría haberse inventado en Ibi. El primer paso fue pasar de las clásicas y contaminantes recipientes de plástico a las cantimploras personales, pues la siguiente y agigantada zancada se habría gestado en la provincia de Alicante. Una botella capaz de purificar el agua en cualquier parte mediante ozono y de eliminar los virus del líquido en un 99,99% de las ocasiones, es decir, con una fiabilidad que roza la perfección. Un invento que sería una potabilizadora portátil capaz de hacer apta el agua para el consumo en todos los rincones, como informa todoalicante.es.
La startup alicantina Ozeanic ha patentado este modelo de cantimplora sostenible que permite purificar el agua mediante un sistema de tecnología de ozono que logra acabar con bacterias, virus y otros patógenos, además del cloro. Y lo hace además sin ningún filtro ya que genera internamente ozono y lo inyecta directamente en el agua gracias a un circuito electrónico de alta tecnología diseñado por ingenieros alicantinos y que se activa tan solo activando un botón, que liberará el ozono durante unos tres minutos. «Pensamos que, a futuro, la mayoría de las botellas de agua reutilizables serán potabilizadoras». Así lo asegura el CEO y fundador de la startup alicantina con sede en Ibi, José Ramón Campos, quien espera establecer «un nuevo estándar con esta cantimplora purificadora en el largo plazo».
El emprendedor tuvo la idea cuando su hijo se puso enfermo en el colegio por beber agua en mal estado. Aunque en la familia encontraron en el mercado un aparato para casa, su hijo se acababa el agua en el colegio a medio día. Dándole una vuelta al asunto Campos tuvo una idea que, junto con un equipo de ingenieros alicantinos, llevaron a cabo este proyecto.
LA BOTELLA DE AGUA QUE SE LIMIPIA SOLA
Tecnología y sostenibilidad
Construida con materiales reciclables y reutilizables, esta botella de 750 miliitros, la empresa ganó la medalla de oro en la exposición internacional ‘Taiwan Innotech’ por su innovador invento. Ozeanic saca pecho de ser la única botella de este tipo en el mercado y de hecho la ha patentado en la Unión Europea. Con una batería de litio recargable en el tapón, la botella funciona unos siete días. Pasada una semana, se tiene que recargar mediante un cargador micro-usb. Desde la startup aseguran que puede llegar a funcionar hasta dos años sin estropearse.
«La forma en la que consumimos alimentos y bebidas está cambiando rápidamente y todo tiende a fijarse en los deshechos que se producen en el medio ambiente», asegura Campos, que destaca que este producto «está alineado con la ecosostenibilidad». Y es que según la ONU, en el mundo se consumen un millón de botellas de plástico cada minuto, lo que al año hacen que sean más de ocho millones de toneladas de estos materiales las que llegan al mar. Por ello, desde la empresa aseguran que esta botella ayuda a frenar esa tendecia. «Una ecobotella equivale a 1.000 botellas al año», resalta la empresa.
El sueño americano
Patentada en España, la botella alicantina ya ha desembarcado en Italia, Alemania, Holanda y Francia, además de estar disponible en Chile y Venezuela. Aunque desde la empresa no se conforman solo con estos territorios. Con el objetivo de seguir expandiéndose por el resto de países de Europa, desde Ozeanic tienen puesto el ojo sobre norteamérica. «El siguiente paso sería poder entrar en Estados Unidos», asegura el CEO de la compañía, quien explica que «ya hemos solicitado la patente».
La compañía se encuentra en las últimas etapas y esperan que para finales del presente año la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos les conceda la categorización y puedan entrar «en el mercado más grande del mundo».
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