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DIARIO EL CORREO: UNA DE AGUA CON GAS, POR FAVOR

La ‘startup’ alicantina Ozeanic ultima la fabricación de botellines que purifican instantáneamente el agua gracias al ozono

Iratxe Bernal

Miércoles, 30 de septiembre 2020, 00:44 | Actualizado 08:31h.

Hay veces que uno no encuentra lo que busca porque, sencillamente, no existe. Y eso sí que resulta un hallazgo. Si hay más personas con esa misma necesidad y te ves capaz de cubrirla, puede que hayas dado con una gran idea de negocio. Así surgió, por ejemplo, Ozeanic, una ‘startup’ alicantina que fabrica botellas purificadoras de agua… a partir de un dolor de tripas para el que un padre quiso buscar una solución definitiva.

El padre es José Ramón Campos, un ingeniero informático al que poner una botella de agua mineral en la mochila del niño le pareció poco. «Los médicos nos dijeron que tenía una bacteria y que lo más probable es que fuera por haber bebido agua contaminada. No supimos a ciencia cierta dónde había sido, pero sospechamos que en el colegio, por lo que a partir de ese día llevaba siempre encima una botellita de agua mineral», explica.

Él, que siempre ha sido muy de enredar por internet, no se quedó nada satisfecho con tan sencillo remedio y comenzó a buscar posibles métodos para purificar el agua. «El más eficiente, a pesar de ser también el más antiguo, era a través del ozono», explica. Este gas, que nos suena por ser el componente de la capa de la atmósfera que protege la Tierra de la radiación ultravioleta del sol, se puede producir artificialmente ya que surge de la disociación de los dos átomos que componen las moléculas del oxígeno en estado gaseoso (O2).

Cuando por una descarga eléctrica el enlace entre los dos átomos se rompe, éstos se recombinan independientemente el uno del otro incorporándose a otras moléculas de oxígeno. Al hacerlo, las moléculas que los ‘acogen’ pasan a tener tres átomos, lo que las transforma en un nuevo gas, el ozono (O3). Se trata, sin embargo, de una unión bastante inestable. Cuando entra en contacto con alguna impureza se descompone formando de nuevo oxígeno y liberando unos radicales libres con un gran potencial de oxidación que reaccionan con las moléculas orgánicas más cercanas. Esto le confiere una enorme fortaleza como desinfectante y explica por qué en algunos lugares se esté empleando para combatir el coronavirus, pese a que no existan datos concluyentes sobre su eficacia contra el Covid. Por otra parte, la sobreexposición al gas es peligrosa, así que debe emplearse en espacios abiertos o en locales sin gente.

Plantas potabilizadoras

Los riesgos para la salud sin embargo desaparecen cuando es diluido, por lo que el ozono es utilizado en las plantas potabilizadoras para eliminar la presencia de microorganismos en el agua. No es cien por cien infalible, pero sí más potente que el cloro.

Así que con todo esto en la cabeza, Campos se animó a fabricar su propio purificador «rudimentario» en casa. «El agua que consumía toda la familia estaba tratada con ozono, incluyendo claro está la que mi hijo llevaba al colegio», señala. Pero había días que al chaval la botella se le quedaba pequeña, lo que dio a su padre la idea de buscar algún purificador que pudiera llevar siempre consigo. Y no lo había. El dolor de tripas de su hijo acababa de colocarle ante una prometedora idea de negocio. «Volví a ponerme manos a la obra, esta vez para crear y patentar una botella que pudiera potabilizar el agua», dice resolutivo.

La idea gustó a Ricardo Palau e Iván Sánchez, también ingenieros con experiencia en el lanzamiento al mercado de productos, quienes ayudaron a Campos a elaborar el prototipo de una botella que purifica el agua a partir de un gesto tan sencillo como apretar un botón. Así se transmite la carga eléctrica necesaria para transformar el O2 en O3 y dar lugar esa unión de átomos tan inestable que en apenas unos segundos vuelve a recombinarse en oxígeno. Eso sí, después de haber hecho su trabajo. El medio litro de agua contenido en la botella queda libre del 99% de los microorganismos sin coger ningún sabor ni olor, y la botella lista para usar hasta que se acabe la batería del tapón, que se recarga como la del cualquier móvil.

«Es verdad que aquí, en la mayoría de las ciudades, el agua del grifo no necesita purificarse. Pero, además de que queremos empezar a vender en otros lugares donde la calidad del agua no es tan buena, creemos que es un producto muy útil para excursionistas o viajeros, que así pueden rellenar su propia botella en cualquier fuente o arroyo evitando el consumo de botellines de plástico», subrayan.

«La producción se ha retrasado por la pandemia, pero ya ha empezado. Creemos que la comercialización, con un precio de 30 euros, será inminente, en cuanto logremos la financiación», explican los promotores de la firma, que acudirá los días 20 y 21 a la próxima edición de B-Venture, la quinta ya del mayor evento de emprendimiento del norte de España. El encuentro está organizado por EL CORREO con el patrocinio del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, y la colaboración del Puerto de Bilbao, BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank y la Universidad de Deusto.

Ozeanic

Diseño, fabricación y comercialización de botellines de agua que la potabilizan a partir de ozono y con tecnología propia.

Imagen del modelo definitivo de botella purificadora que Ozeanic está a punto de lanzar.
Imagen del modelo definitivo de botella purificadora que Ozeanic está a punto de lanzar.

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